¡Impresionante la Bordo!, decía la mayoría. ¡Alta elección queridos camaradas!, nos sale desde adentro. Orgullo de saber que hubo mucha militancia y llegada a muchas fábricas nuevas. Una verdadera campaña de masas. Contra toda esa burocracia paga, esa "militancia" sin mística, sin moral y sin otra convicción que algún puesto, un sueldo diferencial y el arribismo político, en las fábricas empieza, surge, asoma lo nuevo. Decenas de jóvenes y no tanto que patearon las fábricas, hicieron pintadas, pegatinas, agitaciones, proyecciones, cientos de urnas fiscalizadas, etc. La
Bordó se estructuró como una corriente enorme, con llegada, ganando en 14
fábricas que eran Verdes "posta".
La alegría no nos nubla la vista...sabemos que ellos tienen el aparato, la plata, las patotas, las alianzas con las patronales.
Nosotros tendremos que no retroceder ni en lo conquistado en votos, en militancia y en conciencia...hacer balance, avanzar ...pero.. quien nos quita decir: ¡qué emoción!
En la puerta del Stia, con los burócratas tras las rejas se escuchaba "se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical", "olé olé...olé ola...te queda poco..para robar", "unidad de los trabajadores". Alegría, entusiasmo, cansancio, expectativa. Conquistamos un 40% de los votos. Un hecho enorme!
Ahora nos queda cobrar lo que ganamos hoy. Cómo…el haber obtenido fueros para una veitena de militantes que desde las fábricas tienen la
responsabilidad de extender la experiencia del sindicalismo de base. Una enorme
base para que la izquierda avance en el movimiento obrero industrial, que llegue con sus ideas, que avance la organización. Una enorme
responsabilidad y posibilidad para el PTS.
Una campaña claramente antiburocrática en sus consignas, en sus candidatos, en su método. Una campaña antipatronal, con el odio de tener que vivir en las fábricas para llegar a fin de mes. Una campaña que se desarrolló en el medio de una inmensa denuncia hacia el gobierno y el aparato represor. Porque nuestros candidatos fueron los principales blancos del espionaje y persecusión estatal, con el Proyecto X.
Ya mismo podemos ir a las fábricas con el balances, a buscar
a los amigos, a los que ayudaron, a los que se entusiasmaron, a los que fiscalizaron con enorme
personalidad, que se la bancaron no solo toda la campaña, si no este larguísimo
día de militancia. Pero no sólo donde estamos, ir por más.
Como venimos planteando en LVO, hay que extender el clasismo en el seno del movimiento obrero." El “sindicalismo de base” es un punto de partida, pero hacen
falta revolucionarios conscientes en los centros estratégicos de la
clase obrera, con un programa de alianza con los sectores empobrecidos
que más tarde o más temprano harán su experiencia con el peronismo. En
el movimiento estudiantil, como caja de resonancia del conjunto de las
contradicciones sociales, el principio rector es la intransigencia
programática y la delimitación de las corrientes reformistas y
burocráticas. Hay que pelear en la juventud por
construir una corriente que apueste a ganar a amplios sectores para la
causa de los trabajadores y las ideas del marxismo revolucionario."

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