• Comparto la nota que escribimos los/as compañeros/as docentes del PTS Capital. También la podés ver ACA  











    ¡REPRESIÓN, DESALOJOS Y GATILLO FÁCIL PARA LAS FAMILIAS OBRERAS Y EL PUEBLO POBRE!

    Nuevamente los docentes que luchamos en defensa de la escuela pública nos vemos obligados a salir a las calles. Pero  no sólo por  reclamos más propios. Esta vez nos encontramos en un mismo día denunciando el asesinato de jóvenes en los barrios, a las fuerzas represivas del estado que matan con su gatillo fácil o encabezan violentos desalojos contra las familias que viven en las peores condiciones.
    Parece mucho, pero todo esto es lo que sufren cotidianamente las familias obreras que llevan a sus hijos a la escuela pública.
    El sábado 5, Nicolás Miranda, alumno de nuestra escuela EMEN 4 De 19 Homero Manzi, fue baleado en su barrio, Soldati, mientras tomaba una gaseosa. Fue trasladado a la guardia del hospital Piñeiro, para morir a las 10 de la mañana del día domingo.
    El lunes 7 la Policía Metropolitana -votada por el PRO y los legisladores K- realizó un operativo de desalojo a punta de pistola ordenado por la justicia porteña en el hotel Sur de Constitución, donde las 33 familias pagan hasta $1.400 por mes el alquiler de una pieza.(Ver comunicado de la 9 de abril)
    Los pibes que vivían ahí son nuestros alumnos. Nico era un pibe de nuestra escuela.
    Sus maestros y profesores no podemos más que sentir mucha bronca.





No podemos olvidarnos de las consecuencias de las inundaciones y tormentas. No nos olvidamos de la represión brutal ante la toma de tierras en el Indoamericano. Seguimos llorando los muertos de la masacre de los trenes de once. En todos los casos son los trabajadores más explotados y oprimidos los que sufren las consecuencias. “Tragedias” producto de las políticas anti obreras represivas de los gobiernos de turno, de la Ciudad con Macri y de los K.
Somos los docentes, particularmente los que trabajamos en la zona sur de la ciudad, los que lo vivimos día a día en las escuelas y salimos a denunciar  las condiciones precarias de vivienda de nosotros mismos y de las familias de nuestros alumnos, los que los vemos llegar tarde ya que viajan horas y horas hacinados en colectivos y trenes.
Y cuando llegamos a la escuela tenemos que ver decenas de efectivos de gendarmería, prefectura, federal y metropolitana, del “cinturón sur”. Con el temor de llegar a la escuela y tener que enterarnos que un pibe o una piba, como Nico, fue fusilado, golpeado, desaparecido.
Mientras se destinan millones de pesos para que la gendarmería nos espíe con Proyecto X nos cierran grados, nos cierran escuelas, nos niegan presupuesto…y lo único que aumenta es el presupuesto para las escuelas privadas y religiosas…esas que enseñan a resignarse, a “portarse bien” a guardar orden en este sistema que sólo le ofrece a los jóvenes trabajos precarios, en el mejor de los casos, o bala y machete en los barrios populares.



Pero hay quienes no nos resignamos,nos organizamos y salimos a pelear. Salimos a la calle, nos ponemos al lado de las familias para evitar los desalojos, organizamos para que nuestras escuelas se pongan de pie contra el gatillo fácil, exigimos a los sindicatos que se pongan a la cabeza de estas peleas, codo a codo con las familias y los estudiantes